RESUMEN DE EDIPO REY

Edipo dialoga con el sacerdote que acude frente al palacio para trasmitirle las inquietudes del pueblo. El rey expresa también su preocupación por el sufrimiento de su pueblo e insiste en que su dolor es doble, que también él ha llorado y que por eso ha decidido informarse por si mismo de lo que esta ocurriendo.
En ella se insinúa ya dramáticamente que algo grave a ocurrido en el país. La descripción de los males es realmente conmovedora. El autor acude al uso de repetidas adjetivaciones para enfatizar el estado de desolación en que se encuentra Tebas cuando pone en boca del sacerdote estas palabras: “Tebas, como tu mismo lo estas viendo se halla profundamente consternada por la desgracia; no puede levantar la cabeza del abismo mortífero en que esta sumida. Los brotes fructíferos de la tierra se secan en los campos; perecen en los rebaños que pacen en los pastizales, despuéblace con la esterilidad de sus mujeres Llega Creonte cuñado de Edipo después de haber consultado al Oráculo de Delfos. Trae la noticia de que la peste es causada por que no se ha castigado el crimen de Layo, antecesor de Edipo en el reino de Tebas. Edipo pide al sacerdote convocar al pueblo para decidir lo que ha de hacerse, después de haber recibido de Creonte las primeras observaciones acerca del lugar y las circunstancias de la muerte de Layo; hecho que (según lo declaró en aquel entonces el único testigo sobreviviente) fue cometido por un grupo de bandidos. El Coro clama ante la desgracia y expresa en su comprensión por el dolor de Edipo preguntando que dios vengador le asigno tan fatal destino y le colmo con males que sobrepasan el dolor humano. Edipo vuelve a condolerse de que no le hubieran dado muerte siendo niño, dice que los dioses están en contra suya y pide al Corifeo que no trate de hacer pensar que lo que hizo, al querer saber la verdad no fue lo mejor. Pide finalmente que le maten o le destierren a donde jamas vuelvan a verle. Edipo se lamenta por haber tratado mal a Creonte, quien llega a su casa. Pide que le den sepultura a Yocasta y que lo manden a donde no lo pueden volver a ver. Refiriéndose a sus hijos, le encarga especialmente sus hijas a Creonte ya que ellas lloran y se lamentan; Creonte se compadece de él. El Coro presenta a los ciudadanos de Tebas al infortunado Edipo en otro tiempo glorioso y ahora desgraciado, concluyendo que solo hasta el último día de la vida de un hombre se podrá proclamar con aciertos si realmente fue feliz.